RÍO GALLEGOS.- El empresario "K" Lázaro Báez desmintió ayer que tenga bóvedas en su casa y para ello abrió nuevamente las puertas de su chacra en Río Gallegos y de su vivienda familiar en el centro de la ciudad. Siempre estuvo acompañado por LuisNavarro, directivo del multimedios de su propiedad, y de su abogado, Juan Gregori.
Al mediodía esperó a los periodistas de distintos medios en el quincho de su chacra para recorrer las instalaciones de los viveros. "La Justicia tiene que hacer su trabajo y que tenga la libertad de pedir lo que tenga que pedir. Lo mejor que nos puede pasar es eso. Confío en la justicia pero es lenta porque hace 30 días se tenían que presentar las grabaciones en crudo de esa supuesta cámara oculta y hasta ahora no se pueden obtener", afirmó Báez sobre las declaraciones del financista Leonardo Fariña en el programa Periodismo Para Todos de Jorge Lanata.
"Lanata debería investigar mejor", señaló Báez sobre las denuncias. "Nos dijeron que ahora hay cosas que desaparecieron", aseveró sobre los pedidos que sus abogados hicieron ante la Justicia (videos y documentos originales del programa PPT), pero no dio detalles.
Báez, que está sospechado de hechos de corrupción y lavado de dinero, afirmó sobre el caso: "hay información clasificada; estamos en un proceso judicial donde hicimos todos los aportes y hay secreto de sumario".
En esa improvisada conferencia, el empresario descalificó las denuncias sobre supuesto "lavado" y apuntó contra Mariana Zuvic, la referente del ARI santacruceño, al sostener que "es como la Lilita (por Carrió): sigue a su jefa tal cual es".
Báez no dio precisiones sobre su defensa, pero deslizó motivos políticos. "Clarín es uno de los grupos que más perjudicados van a estar; en el corto plazo se va a tratar la expropiación de Papel Prensa. Se nota que todo esto los afecta en lo personal: pensarán que soy una bala de plata para la Presidenta".
Asimismo, denunció que les están "ofreciendo fortunas" a personas de su entorno "para que hablen" en su contra o presenten pruebas que avalen las denuncias. "A mi jardinero le ofrecieron plata para que saque fotos. Por eso decidí abrir las puertas", remarcó.
Báez mostró una cava en el edificio: "hace 8 años que está en ese lugar; esa es la supuesta bóveda". En uno de los viveros ironizó frente a plantas de tomate: "estas son las plantaciones de marihuana que dicen que tenía".
Sobre su participación en el consorcio que disputa la licitación para construir dos represas sobre el río Santa Cruz, indicó que son de su propiedad y que "si hubiera querido hacer algo lucrativo, no las habría donado".
Negó alguna relación con el abogado Alejandro Baldini, hoy nombrado conjuez federal, y luego permitió que la prensa acceda a su casa céntrica. En la planta baja se ubican la cocina-comedor y living, mientras en la planta alta tres dormitorios y una sala de juegos. En la parte trasera vive su madre de 84 años. (DyN)
"El juez es simple criminal encubridor"
BUENOS AIRES.- El juez Sebastián Casanello , que investiga la causa por presunto lavado de dinero de Lázaro Báez, decidió derivar a la justicia federal de Río Gallegos el escrito que ayer presentó la diputada Elisa Carrió (CC), por considerar que los supuestos hechos (llevarse pruebas incriminatorias de su casa) no ocurrieron en su jurisdicción.
Sin embargo, ayer por la tarde, el fiscal federal Guillermo Marijuán apeló la decisión de Casanello de declararse incompetente y girar a la Justicia federal de Río Gallegos la denuncia de Carrió en contra de Báez.
De modo que ahora la Cámara Federal porteña deberá resolver el pleito. Por la mañana, cuando se conoció que Casanello se declaraba incompetente, Carrió lo calificó de "simple criminal encubridor" y adelantó que hoy lo enunciará por el delito de "encubrimiento".
Agregó que también impulsará un juicio político contra la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por "malversación de caudales públicos".
Luego, la legisladora le envió un mensaje al Gobierno nacional advirtiéndoles sobre la necesidad de garantizar la seguridad de los denunciantes y testigos en la causa en la que está imputado Báez.
Pese a que se había declarado incompetente en la causa, Casanello resolvió ofrecer el plan de protección de testigos a Sergio Triviño Tecol, empleado de Báez que habría colaborado para desmontar las bóvedas y que las fotografió como salvaguarda. (DyN)